Vivir no es sólo respirar,
destierro del aliento,
éxodo del aire.
Vivir no es sólo amar,
enfermedad del alma
que acatarra la razón.
Vivir no es sólo hablar,
lenguaje misterioso
que nunca escucha al corazón.
Vivir no es aprender
y al instante olvidar,
ni caminar,
aunque sepas dónde vas.
Vivir es caer, morir, es llorar.
Es beber tus propias lágrimas,
y con la última gota, pedir más.
Vivir es valorar cada instante,
como si el último fuera.
Vivir es morir un poco cada día,
sonreir y resucitar.
Vivir no es sólo respirar.
Si nunca sientes miedo
Si nunca sientes el dolor de un adiós,
Bébete la vida.
La vida no es sólo respirar.
Vivir no es sólo respirar.
Si nunca sientes amor,
jamás sentirás perdida.
Pero será una existencia
en blanco y negro,
incompleta.
Será como engullir la vida
sin paladearla.
Si nunca sientes miedo
jamás sentirás peligro.
Pero nunca estarás alerta
y el destino te pegará duro.
Y tu castillo de naipes
caerá bajo el soplido
de una vida plana,
inconsciente,
sin sabor.
Si nunca sientes el dolor de un adiós,
jamás morirás en vida,
de pena y melancolía,
para renacer con un beso
con un hola,
con un regreso.
Bébete la vida.
Bébela a sorbitos.
Pero aprende a sentir,
amor, dolor, y miedo.
La vida no es sólo respirar.
Vivir duele...
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